Cuando nace tu bebé lo último que quieres es contaminar su leche ingiriendo medicinas u otras sustancias que le puedas pasar, pero si antes de salir embarazada, el método anticonceptivo que utilizabas ahora interfiere con la lactancia. En Veintitantos te dejamos 5 opciones para cuidarte.
Preservativos: Esta siempre será una buena opción para las mujeres que no quieren ingerir hormonas. Si no eres alérgica al látex es sin duda una de las soluciones más sencillas, especialmente si quieres tener más bebés pronto.
DIU: Esta opción es buena si solías cuidarte con pastillas y no estás acostumbrada a (o no puedes) usar condones. Los dispositivos intrauterinos pueden durar años sin que te tengas que volver a preocuparte. Algunos DIUs sí liberan una cantidad pequeña de hormonas, pero no debe interferir con tu producción de leche. ¡Pregúntale a tu ginecólogo!
Pastillas de dosis baja: Hay pastillas anticonceptivas especiales para mamás que amamantan. Tienen sólo las hormonas necesarias en la menor cantidad posible. No son tan efectivas como las que tomas regularmente, pero te pueden ayudar a disminuir las posibilidades de embarazo por algunos meses.
Inyecciones: Algunos anticonceptivos que se inyectan de forma mensual también son seguros para las mamás que dan pecho. Háblalo con tu doctor.
Implante: Existen pequeños dispositivos que se implantan en tu brazo y duran años soltando cantidades moderadas de hormonas. Al igual que con el DIU, conversa con tu pareja acerca de cuántos hijos quieren tener y qué tan seguido planean tenerlos. Esta puede ser una opción muy cómoda.
Toma en cuenta que después de dar a luz puedes volver a salir embarazada. ¡Algunas mujeres se sienten listas para tener sexo incluso dos semanas después de haber tenido a su bebé! Espera hasta que te revise tu ginecólogo para que estés segura de que tu cuerpo está listo, y recuerda que puedes conversar con él de estos métodos.
Fuente: ActitudFem
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